domingo, 18 de enero de 2009


A solas conmigo misma, a solas con mis pensamientos.

.

.

.

Es insoportable.


Conflicto sin salida.

Debo escapar.


Abre la puerta, no quiero estar sola.

domingo, 4 de enero de 2009

Carta.

No sé si hago bien en escribirte esto.
A veces creo que es mejor que estemos así,

-y no necesariamente por mí-
aunque la mayor parte del tiempo pienso que no.
Sé que debimos hablar hace tiempo, pero no tuve el valor
–Lamento ser tan cobarde-.
No sabía que me ibas a decir exactamente y tenía miedo de que me digas lo estúpida que soy

y que no querías volverme a ver nunca más en la vida.
Lamento todo el daño que te hice, en serio.
Sabes que si lo hice fue sin querer,
–nunca haría algo que te cause daño-
y lo peor es que le di la razón a tus amigos;

Ahora ellos pueden decirte que sí, que soy una tarada,
que yo misma te lo demostré.
–Sí, quizá ellos en parte tengan razón-.
Pero te aseguro que en algunos momentos no piensas, solo actúas,
te dejas llevar, el sentimiento, los recuerdos, tantas cosas.
Yo tenía razón no debí ir a esa fiesta, aunque nunca pensé nada de lo ocurrido esa noche,
no debí ir.
Yo desde un principio no quise, pero pensé que si no iba me iba a arrepentir
y ahora es todo lo contrario.
En serio lamento todo lo ocurrido y más lamento el efecto que eso tuvo en ti.
-el estúpido no fuiste tú y tampoco lo serás-,

ese papel fue siempre para mí.
Nunca seré lo suficiente buena para ser tu amiga.

Lamento no haber podido hacer ni el 5% de lo que tu hacías por mí.
Te debo tanto.
Gracias infinitamente.
-Agradecerte no alcanzaría ni en esta hoja ni en mil-.
Gracias por todo, por solo ser tú y por tu forma de tratarme.
-Aunque muchas veces no lo merecía-.

Espero no ser una decepción más.

Yanira.